Cada uno se mueve despacio,
como cuando posabas tus ojos de mañana en mi cara y sonreías
era tan raro ver esa sonrisa diáfana,casi transparente
agarrándose al aire
para volar al centro justo
de mis lágrimas y borrarlas como si
hubiese magia.
En la cocina, en la mesa redonda
cerca de la ventana,
tus dedos amarillos
con el cigarro consumido
y los días que te quedaban
metidos en la cajetilla.
Ha traído la espuma a la orilla
una de Gauloise bleu avec filtre
eras mucho mas que eso
mas que el humo rodeando tu boca,
yo era...
que mas da.
Berna
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