Neuchàtel 1972
Aquí no nieva.
El mar levanta sus manos,
las hace nubes
y le sirven de cobijo a la arena.
Echo de menos la nieve
su silencio
su quejido al pisarla
la humildad con que se adueña
de mi camino en el invierno,
su compañía al caer la noche
cuando el ruido de la casa era terrible
y ella me sonreía callada allá fuera.
Como de cálida podía ser
o quizás
cuanto invierno traía conmigo
sin saberlo.
Berna
Hola, Berna, es de agradecer tener tan cerca tus poemas, aún cuando no oiga tu voz, ¡pero fíjate! es tan tuyo que te estoy oyendo. Precioso. El nombre del blog muy asturiano y suena muy bien, seguro que tiene algún significado que desconozco.
ResponderEliminarMuy interesante todo lo que he visto y visitado. Me gustará seguirte.
Un beso grande de Loli
Que ternura desprende tu poema, cierro los ojos y te veo caminar sobre la nieve, además recuerdo tu voz tan cercana, precioso, como todo lo tuyo.
ResponderEliminarHermoso poema Berna.
ResponderEliminarEn nuestra habitual línea crítica hago un par de comentarios:
¿Puede que haya una cacofonia en "callada allá"?
Los versos "Como de cálida podia ser
o quizá"
no consigo encajarlos, tal vez no los comprenda.
En cualquier caso es un poema que apetece leer
muchas veces, se encuentra uno muy bien dentro de él.
Enhorabuena
Fernando
¡Gracias a todos por venir a visitarme!
ResponderEliminarTe estaba esperando Fernando, con impaciencia jejeje
La cacofonía puede ser, quizas si lo separo en dos versos mejore.
Los versos que me indicas, no son mas que una reflexión sobre lo tranquilizador, agradable y por tanto cálido que puede llegar a ser algo tan frío como la nieve, y eso es mas fácil que se cumpla si el que la contempla huye de un entorno gélido.
Bss a todos.
Ah! Si, si.
ResponderEliminarA veces está uno especialmente torpe, lo siento
Insisto, el poema es hermoso ¡y me lo llevo!
Fernando
Querida Berna ¡me alegro tanto de tener tus poemas a la altura de mi teclado!
ResponderEliminarLeo este poema y escucho tu voz suqave. Muchas gracias.
Nos vemos mañana.
Un beso