Se cayó el vaso al suelo
los trocitos de cristal
cubrieron todo,
se detuvo el tiempo en alguna parte del estómago
lo sé
porque quería vomitar,
no pensé
no podía bajar de la silla,
hasta que un río tibio
recorrió la cara interna de los muslos
y sí pensé
en la inmensidad del miedo
y en como brillaba
bajo la luz de la cocina.
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