He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes (2019)

Basilio Sánchez (XXXI Premio Loewe)
Colección Visor de Poesía.
[...]

No he paseado nunca con mi herida
por ninguno de los jardines que conozco.

La herida es el eclipse que revoca la luz,
la herida es la distancia
que nos convierte en extranjeros.

En el dolor no hay pájaros,
sólo dioses hablando con los dioses.


Casa

Casa
Casa (Foto, Berna)

lunes, 5 de noviembre de 2012

Ideologías, Gamoneda

 



 

Dice Gamoneda en El País "Yo soy un indignado más, pero disiento de la forma de reivindicar. Partiendo de pequeños núcleos, de barrios y pueblos, hay que crear una economía y un mercado alternativos en el que no sean las multinacionales ni las plusvalías las que determinen cómo va a funcionar la vida de la gente". Y es que no solo hay que indignarse y salir a la calle, pienso yo que ésto a la larga se queda en un episodio emotivo, buenas fotos y un poco de esperanza. No solo es salir a la calle, la lucha se hace dejando de hacer aquello en lo que ya no creemos y poniendo en marcha otra cosa; algo hecho de pedazos de experiencias frustradas, espectativas, engaños, tragedias y bonanzas de lo que ya descartamos. Se trata de buscar otro camino, como Marinaleda, dice Gamoneda, o como la Banca Ética, el Comercio Justo. Se trata de no confundir la "inocencia" con el valor de poner en marcha otro modelo económico, uno que se aleje de la actual esclavitud de valores a los que somete un dinero en manos de unos/as pocos/as. Trabajar y luchar activamente en contra de tanta falta de libertad, porque al final no es mas que eso, falta de libertad: no puedo vivir dignamente, no puedo trabajar dignamente, no puedo escoger en igualdad de condiciones lo que quiero ser en el futuro, no puedo pensar sin manipulaciones, no conozco la verdad porque el dinero desacredita a quienes cuentan algo parecido a ella o a los que se acercan. Una persona no puede ser libre si no tiene con que alimentar a los suyos, se vuelve tan vulnerable como esclava del sistema, aunque cada cuatro años pueda elegir en las urnas a seres solo conocidos por discursos repetidos y nada valientes. Palabras que se lleva el orbayu en mi tierra, palabras como "cambio", "pobres", "trabajadores", "mujeres", "jóvenes", "poder", "corrupción"... en esos discursos sobran mas del noventa por ciento de las que guarda el diccionario de la RAE, se repiten, se combinan de forma aleatoria o premeditada, según cociente intelectual, y al final es lo mismo, poco cambia salvo las diferencias sociales, cuanta mas gente contando dinero, mas pobres hay. 
Dice Gamoneda que "se ha producido una lenta desaparición de las ideologías. Es posible que sean repensables, pero una cosa es repensarlas y otra es que se volatilicen. Lo que no se volatizan son los intereses, porque llevan ventaja." Una ideología, algo que nos sirva para reconocernos, para saber que estamos construyendo el mismo futuro, para moldearla y perfeccionarla asumiendo que será inútil con el tiempo y que debemos saber reconstruirla desde cero. Necesitamos que nos unan de alguna manera porque así seremos mas y mas fuertes.
Este año son ya el 21% las personas que en éste, mi país, viven por debajo del umbral de la pobreza, una de cada cinco ¿os parecen pocas?.

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