He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes (2019)

Basilio Sánchez (XXXI Premio Loewe)
Colección Visor de Poesía.
[...]

No he paseado nunca con mi herida
por ninguno de los jardines que conozco.

La herida es el eclipse que revoca la luz,
la herida es la distancia
que nos convierte en extranjeros.

En el dolor no hay pájaros,
sólo dioses hablando con los dioses.


Casa

Casa
Casa (Foto, Berna)

lunes, 25 de mayo de 2009

Ocurrencias


http://3.bp.blogspot.com/

No sé de donde sacan esas frases tan ingeniosas los niños. En el programa de la Cuatro "El Hormiguero", de vez en cuando repasan algunas de su libro "Frases Célebres De niños" y no puedo evitar hacer una recopilación de las que dijeron los míos en su momento. Hay muchas, pero las mas recientes son de mi hijo pequeño.
Una vez en el supermercado, nos paramos en la sección de embutidos y fiambres. Esperando turno, Rubén estaba mirando con mucha atención todo lo que ofrecía el mostrador, tan bien colocadito con sus letreros identificativos y los precios. Íbamos a comprar cecina, y alguna vez me había preguntado en casa de que animal era la carne para hacerla, explicándole que de caballo o de vaca. Casi nos tocaba a nosotros la vez, cuando me tira de la manga de la blusa y me dice "mami ¡esa cecina es de león!¿ no decías que era de vaca?...y todo el mundo partiéndose de risa.
Este fin de semana, estábamos viendo una peli sobre una niña que naufragó junto a sus padres y que devolvió intacta el mar. Decían en el pueblecito marinero que ningún hombre se podía enamorar de ella, ya una moza, porque el mar los mataba . Llega el "machoman" al pueblo, pintor claro, y la observa, bellísima, dándose un baño en bolas por la noche. A Rubén le entra la risa tonta y me suelta, ¡Ja! y ahora le sale una pirula enorme al mar... jeje.
Seguiré apuntándolas.


2 comentarios:

  1. Pues sigue apuntando porque son deliciosas... Maravillosos enanos, que nos regalan los mejores momentos de la vida.
    Mi hijo insistía de pequeño en que le diera Coca-Cola y al negarme una y otra vez fue disminuyendo el pedido pasando a decir: sólo un poco de C.Cola; más tarde quería un poquitito de C.Cola y acabó diciendo: Un poquititito de cocacolita, con lo cual, como puedes imaginar, no pude negarme.
    Abrazos, Berna.

    ResponderEliminar
  2. El libro del Hormiguero es buenísimo, pero las de Rubén no tienen desperdicio, jejeje.
    Aporto una de mi hija cuando era pequeña: Comía a diario con su abuela. Un día llegó a casa del cole y había lentejas para comer. Como no le gustaban nada (ni le gustan) le dijo a su abuela: ¡pero abue, una comida tan pobre para un día tan bonito!
    En fin, los niños son así.

    ResponderEliminar