Fotografía de Gregory Colbert
Sucede en la oscuridad,
el laberíntico enredo
el sonido, la caracola,
el sonido, la caracola,
allí balbucean
las primeras horas
del mar,
ese único instante
lejos de la espuma,
cerca de tu mejilla
de tus escamas
del brillo escurridizo
de tus manos;
como cuando recuerdo tu voz
huérfana ya
de toda cara
solitaria gaviota
en mis oídos.
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