He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes (2019)

Basilio Sánchez (XXXI Premio Loewe)
Colección Visor de Poesía.
[...]

No he paseado nunca con mi herida
por ninguno de los jardines que conozco.

La herida es el eclipse que revoca la luz,
la herida es la distancia
que nos convierte en extranjeros.

En el dolor no hay pájaros,
sólo dioses hablando con los dioses.


Casa

Casa
Casa (Foto, Berna)

jueves, 23 de septiembre de 2010

Un fardo

Comencé ayer por la mañana a recoger entre los hilos de seda que va dejando la memoria todos aquellos minutos (apenas ningún momento llega a sobrepasar una hora) que me harán falta, estoy segura, en ese territorio de lluvias escasas donde las grietas van recibiendo poco a poco cada centímetro de camino andado. Los recojo con sumo cuidado, los distingo porque hay una leve punzada en el corazón y luego una sensación de ahogo, como si respiraras palabras o imágenes en vez de aire. Los recojo y los perfumo con el aroma de la casa, los peino sin ralla con el pelo rubio alborotado y los contemplo unos instantes para fijarme bien en cada detalle. Luego toca envolverlos, utilizo entonces la música de la calle , la del sonido de cada garganta, la de la lavadora al centrifugar, la de Rubén contando cosas a gritos a Oscar, la de la madrugada entre sudor y pesadillas infantiles. Ato bien fuerte las notas con un poco de esa luz que vi brillar en los ojos de mis hijos recién abiertos al mundo, todavía húmedos y tibios sobre mi vientre. Y para acabar los uno los unos a los otros con mucho amor, de ese que llena todos los días mi taza de desayuno rodeada de otras dos y que no sé de donde viene pero el caso es que siempre esta allí por la mañana.

Tengo la esperanza de poder llevar este fardo conmigo y utilizarlo cuando ya los días no hablen ni huelan a nada.

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