He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes (2019)
Basilio Sánchez (XXXI Premio Loewe)
Colección Visor de Poesía.
[...]
No he paseado nunca con mi herida
por ninguno de los jardines que conozco.
La herida es el eclipse que revoca la luz,
la herida es la distancia
que nos convierte en extranjeros.
En el dolor no hay pájaros,
sólo dioses hablando con los dioses.
Casa
jueves, 3 de noviembre de 2011
La popa del Zulima
Una ausencia se descompone en pequeñas señales que eleva el viento, como las cometas, unidas a una cuerda que a veces se tensa y las hace girar locas por recuperar el rumbo, así la pena, la piel erizada que no siente frío, que huele al calor de quien ya no está. Señales que se pierden, a veces, siguiendo el lecho de un río, hasta la primera gota que mana de la tierra, o del ángulo interno de mis ojos cuando apenas puedo reconocerte. Siempre lejos las unas de las otras, estas señales luchan por volver, por recuperar la primera forma, la que recorría el perímetro de tu boca y casi la podía besar. Luchan escondidas en el brillo de la luz sobre los tejados llenos de lluvia, en las fachadas blancas, entre las amarras de los barcos, en las escamas de los peces que me miran y me descubren, traviesa, en la popa del Zulima. Una ausencia esta llena de esas señales perdidas para siempre, imposibles de encontrar, de unir. Imposibles de unir, y yo, buscando pedazos entre las horas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario