He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes (2019)

Basilio Sánchez (XXXI Premio Loewe)
Colección Visor de Poesía.
[...]

No he paseado nunca con mi herida
por ninguno de los jardines que conozco.

La herida es el eclipse que revoca la luz,
la herida es la distancia
que nos convierte en extranjeros.

En el dolor no hay pájaros,
sólo dioses hablando con los dioses.


Casa

Casa
Casa (Foto, Berna)

miércoles, 15 de agosto de 2012

Ella diría "por ti" siguiendo con el dedo la última Perseida, luego el cielo quieto envuelto en silencio y migas de luz.
Tiene un desvelo de hambre tejiendo rabia en las esquinas del alba, y tu apurando la taza descolorida y apretando trocitos de pan con las yemas de los dedos para llevártelos a los labios. Al oeste, aun lívida, duerme la luna.
Ella machaca el grano como si fueran dolor y quejidos secos, olvidando la imagen irregular del horizonte.
Si fueras arena y viento cruzarías de vuelta el mar, solo por ver sus ojos, dejarías de reptar de hombre en hombre para conseguir limosna.
Ya no te conmueve la lluvia, el olor nuevo en los mercados, las riquezas tras los cristales, la libertad.

Vive aquí un Dios cruel que vuelve invisibles a los hambrientos, a los enfermos, a los que no conoce por sus papeles o por su credo. Un Dios que castiga con la desnudez, arrancándote la dignidad en lo profundo del pecho y volviéndola cenizas.

Solo queda arrastrarse, olvidar a los Dioses y buscar en la basura algún remedio para tanta incertidumbre. Y entonces dibujas una sonrisa, y una carcajada, y lloras en el borde de la acera pensando que al menos, aquí hay basura en contenedores de colores que puedes coger.

Si tuvieras una barca y soltaras el lastre que fabrica el miedo, si pudieras olvidar el hambre, la muerte o la sed, la agonía prematura de los tuyos, si pudieras borrar ese ultimo gesto de esperanza que ella te regaló, hace ya tanto tiempo, tanta penumbra desde entonces, en este cuarto inmundo.

Si cruzaras de vuelta el mar y la tierra árida y pisaras de nuevo las fosas apenas cubiertas de los tuyos

le dirías que apenas quedan estrellas, o Dioses, o lugar donde poder amarse

Entre sus manos
pálida Perseida

                 una miga de luz.

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