He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes (2019)

Basilio Sánchez (XXXI Premio Loewe)
Colección Visor de Poesía.
[...]

No he paseado nunca con mi herida
por ninguno de los jardines que conozco.

La herida es el eclipse que revoca la luz,
la herida es la distancia
que nos convierte en extranjeros.

En el dolor no hay pájaros,
sólo dioses hablando con los dioses.


Casa

Casa
Casa (Foto, Berna)

jueves, 24 de octubre de 2013

La Historia que me cuentan

                                             "Bruma"  (Berna)



––"Hoy hace cincuenta y tres años" me soltó Nando al entrar. Sabía que debía guardar silencio, dejar que se sentara delante de mi y esperar –– Haz cincuenta y tres años que me dieron la paliza en Oviedo, atabénnos a un radiador toda la noche y enfriabes de los palos del día, cuando volvien por la mañana era lo peor porque tabes friu. Lo de los garbanzos debajo les rodilles y arrodillaos hores y hores era terrible, clavávense tanto que era difícil y dolía mucho quitalos.
Todavía vive uno, tan llamando desde Argentina...pero murieron ya muchos.
El mi fiu nació con un problema de corazón, tenía dieciséis años y solo lu podien operar en La Paz. Pero en la Paz tampoco. No tenía seguro, taba huido, los camaradas gestionaron pa llevalu a Rusia con la madre. Quedaronse en casa de Dolores Ibárruri (había sido Diputada por Asturias en el 36). El mi fiu escribióme diciéndome que-y daben un 30% de supervivencia, conteste-y que hiciera lo que quisiera. Murió tres días antes de la operación. A mi no me localizaron (taba huidu) hasta tres meses después pa decímelo. La muyer quería guardar luto pero en Rusia no había todo lo negro del luto, así que Dolores encargolo pa ella a Paris, era muy humana. Incineráronlu (quitaron los huesos) y un camarada dejó un hueco pa guardar les cenices en un cementeriu mas grande que esti pueblu. Y allí ta. La muyer quiso traeles, pero cuando dejaron, los camaradas dijeron que mejor no, porque los rusos no dejaben estar en la exhumación y a lo mejor dábente les de otru. Ahora si podía traeles, pero ya murió la muyer y yo déjolo tar, la pena llévola dentro.
Y mira, Berna, vivir tantos años pa ver esto, como se pierde todo, con lo que luchamos.

Y Berna, una vez mas, se queda con angustia primitiva a punto de nacer, y nombres y lugares que vuelven a la memoria, como un tren a toda velocidad.

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