He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes (2019)

Basilio Sánchez (XXXI Premio Loewe)
Colección Visor de Poesía.
[...]

No he paseado nunca con mi herida
por ninguno de los jardines que conozco.

La herida es el eclipse que revoca la luz,
la herida es la distancia
que nos convierte en extranjeros.

En el dolor no hay pájaros,
sólo dioses hablando con los dioses.


Casa

Casa
Casa (Foto, Berna)

viernes, 17 de abril de 2009

La Ley de Murphy


Estaba yo pensando en mi entrada para el blog, y me acordé de la ley de Murphy. Ayer tuve un día en el trabajo, de esos que vas contrarreloj, y cuando empezaba a cabrearme con el mundo me dio por adelantarme a todo lo que podía salir mal para tener la agradable sensación de ver cumplirse un presentimiento absurdo. Así pues, el papel del electrocardiógrafo se acabó justo cuando faltaba por imprimir el último trocito, se acabó la venda elástica cuando la necesité en un domicilio a tomarporsaco, los residentes del gariátrico estaban con el primer plato de la comida cuando fui a curarlos y tuve que esperar por Luisa que tarda unos sesenta minutos en masticar el primer bocado. Durante la guardia de hoy, me llaman para un aviso cuando estoy en el w.c y me suena el móvil porque claro está, no me localizan, nos viene a recoger al centro de salud un taxista con aspiraciones a Fernando Alonso y el estómago que se estaba recuperando de una gastroenteritis del fin de semana se vuelve a poner como una lavadora, el abuelo del aviso se había levantado a desayunar y no lo hizo nunca mas porque estaba hace horas en el otro barrio, la bombona de oxigeno no funcionó con la última mascarilla y revolví Roma con Santiago para encontrar una llena, la luz del otoscopio se fundió en medio de un lavado de oídos que por supuesto acabó con un diagnóstico de limpieza totalmente intuitivo porque si busco una bombilla de repuesto seguro que solo encuentro una linterna; pero seguro seguro chicos. Tendréis un buen día, Murphy se queda a vivir conmigo.
PD- que el Murphy se marchó con el chico que acaba de salir del centro, que fué a coger una botella sidra de una de las mil cajas del bar y enganchó la rota. Siete puntos de sutura.

5 comentarios:

  1. Qué bueno, Berna, parece una historia hermanomarxiana. Si es real, paciencia; si es fantasía, enhorabuena por ese peacho imaginación.
    Saludos

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  2. Que bueno. ¡Viva la Atencion primaria!

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  3. Cómo será que la realidad siempre supera a la ficción.
    Un abrazo
    Rafa

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  4. Naturalmente ni ley Murphy ni otros timos por el estilo. Lo humanos siempre estamos poniéndole nombre a situaciones que no son más que puro azar; en algún caso, eso sí, promovidas o propiciadas por nuestro estado de ánimo.
    ¡Pero tu historia es muy divertida...!
    Fernando

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  5. ¿Hay días para tachar del calendario? De cualquier forma amiga es muy positivo como lo tomas y sobretodo eso de "me dio por adelantarme a todo lo que podía salir mal para tener la agradable sensación de ver cumplirse un presentimiento absurdo"... inteligente postura.
    un beso

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