He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes (2019)

Basilio Sánchez (XXXI Premio Loewe)
Colección Visor de Poesía.
[...]

No he paseado nunca con mi herida
por ninguno de los jardines que conozco.

La herida es el eclipse que revoca la luz,
la herida es la distancia
que nos convierte en extranjeros.

En el dolor no hay pájaros,
sólo dioses hablando con los dioses.


Casa

Casa
Casa (Foto, Berna)

domingo, 30 de junio de 2019

Salvadora, la que conoce el mar





Foto, Berna





 
Crecen en la madera, los círculos concéntricos que describen los minutos, existe, llena de savia, esperando el regreso de la marea. Los párpados protegen el orvallo de la infancia que aún corre en las aceras y en la iglesia, en el rostro doliente de la cruz. Es la luz quien llama y trae la vigilia envuelta en sábanas bordadas y nanas azules de ausencia. Pesan ya los frutos en la primavera, el acero del ocaso anuncia su huida en las manos y nada impedirá el abandono de la carne y la semilla sobre la tierra. Ella bajaba las escaleras que cuentan las horas con su misma cadencia, ella vio el último destello en la amanecida sobre el paredón, sobre la cama blanca y enferma de aquella que sintió en su vientre, sobre las gafas ya inútiles de su amor. Es la nitidez de sus rostros cuando se asoma al tiempo que desfila sobre los tejados, la claridad que atraviesa veloz la memoria y las alas exhaustas. Quiere boyar como la madera, desraizar los corales que la mantienen cautiva. Clama en su puerta la crueldad de las horas que le nacen y abandona en sus labios la amargura, el rezo repetitivo que implora al olvido. Regresa la mañana a su ventana, y el rumor del mar, y todos los fantasmas necesarios, para vivir un día más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario